- El consejero de Presidencia traslada al Consejo Europeo de Ministros de Educación y Juventud la declaración acordada por todas las autonomías, que apuesta por proteger a los jóvenes ante los riesgos de un uso inadecuado de internet

El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha trasladado hoy al Consejo Europeo de Ministros de Educación, Cultura, Juventud y Deportes la posición común acordada por las comunidades españolas sobre estas materias y ha defendido la creación de una agencia de ciberseguridad que, junto con un código ético y un cuerpo normativo, proteja a los jóvenes de riesgos como el manejo de contenidos inadecuados, la exposición de datos personales o el acoso sexual a través de internet.

Martínez ha explicado que los medios digitales estrechan la frontera entre la vida pública y privada y entre el mundo laboral, el ocio y las relaciones personales; un hecho que provoca unas repercusiones sociales y psicológicas en la juventud que no deben perderse de vista. Los jóvenes no sólo son consumidores de contenidos digitales y los principales agentes innovadores de las futuras tecnologías, sino también “el colectivo más frágil ante los diversos peligros que acechan en la red”.

El acceso de la población juvenil a edades cada vez más tempranas a todo tipo de información a través de la red “acarrea enormes consecuencias, tanto en la esfera personal como en la sociolaboral”, ha advertido el consejero. Por esa razón, la Unión Europea debe responder a los nuevos retos que implica “una brecha abierta a nuevos peligros inherentes a la ciberdelicuencia”. Ante esta situación, ha apostado por reforzar la educación en este campo a través de los sistemas nacionales de enseñanza.

La formación también debe ser un instrumento clave para afrontar otro de los riesgos de la actividad digital: el aumento de la marginación de los grupos juveniles desfavorecidos que, según consta en la posición común acordada por las comunidades autónomas, “debe subsanarse con programas formativos adaptados” y con el establecimiento de una cooperación institucional y empresarial que elimine los desequilibrios entre las ciudades y las zonas rurales.

La brecha de género es otra de las consecuencias contra las que se debe luchar, por lo que la operatividad informática y el trabajo con la tecnología digital deben contribuir a extinguir ciertos males vigentes en amplias zonas de Europa, como los modelos machistas de comportamiento y la desigualdad económica en el empleo.

Durante su intervención en la capital belga, el titular de Presidencia ha valorado que el Consejo de la Unión Europea haya tomado consciencia de la trascendencia que la inteligencia artificial tendrá en el futuro, como lo demuestra la reciente cumbre digital celebrada en Tallin, que ha sentado las bases de las actuaciones de la política comunitaria en este ámbito y sus repercusiones en la juventud, con la elaboración del documento marco Smart Youth Working.

Al Gobierno del Principado le corresponde este semestre actuar como portavoz de la posición de las comunidades autónomas ante el Consejo Europeo de Ministros.