El Seat León, el coche más robado en Asturias en los últimos cinco años

Más de 150.000 robos de vehículos en España desde 2019, con casi el 70% de los casos sin resolver

El SEAT León se ha convertido en el coche más robado en Asturias en los últimos cinco años, según el estudio “El robo de vehículos en España (2019-2023)”, elaborado por Línea Directa Aseguradora. A nivel nacional, el modelo más codiciado por los ladrones es el SEAT Ibiza, seguido por el Volkswagen Golf y el propio SEAT León. Estos vehículos son apreciados por su versatilidad, su buena relación calidad-precio y su rápida salida en el mercado de segunda mano.

A pesar de la baja incidencia de robos en Asturias —la segunda comunidad autónoma con menos robos de coches—, la región no escapa del problema. En el conjunto de España, entre 2019 y 2023 se registraron más de 150.000 robos de vehículos, de los cuales casi el 70% siguen sin esclarecer. Solo en 2024 se produjeron más de 33.000 robos, lo que supone un aumento del 0,7%.

Los ladrones ya no emplean métodos tradicionales como romper la luna o hacer un “puente”. Actualmente utilizan tecnologías avanzadas, como inhibidores de frecuencia, interfaces electrónicas y dispositivos de diagnosis, que pueden adquirirse fácilmente por Internet.

El perfil del robo más frecuente es el de un coche con once años de antigüedad y un valor medio de unos 9.500€, sustraído un lunes de enero. En los robos parciales, las piezas más robadas son retrovisores, tubos de escape, equipos de sonido y llaves.

El estudio también pone el foco en la escasa protección aseguradora frente a este tipo de delitos. En España, el 22% de los coches, el 37% de las furgonetas y el 82% de las motos carecen de cobertura ante robo. En Asturias, el 65% de los vehículos están asegurados frente a esta amenaza.

Las provincias españolas con mayor proporción de robos en los últimos cinco años fueron Sevilla, Madrid y Tarragona. En el caso de las motos, las zonas más afectadas son Baleares, Las Palmas de Gran Canaria y Barcelona.

El estudio advierte también del papel de las redes de crimen organizado detrás de muchos de estos robos, que en ocasiones tienen conexiones con otros delitos graves, incluyendo tráfico de drogas, armas o financiación de actividades terroristas.