Oblanca: “La reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal solo debe hacerse desde la unidad y los más amplios acuerdos, volver a las andadas sería lo peor que se puede hacer”

“La última reforma se hizo desde la discordia y despreciando una parte sustancial de las Cortes Generales, lo cual implicó la mácula de politización que arrastra hacia el descrédito y el recelo”

“Es imprescindible dar participación a la Fiscalía General del Estado y asimismo -además de otros ámbitos del Poder Judicial, del Consejo Fiscal y del mundo jurídico-, a las asociaciones de fiscales”

El diputado nacional de FORO, Isidro Martínez Oblanca, votó hoy en contra de la toma en consideración de una Proposición de Ley presentada por Ciudadanos de modificación de la Ley por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal al considerar la iniciativa oportunista. “Hace casi once años, la última reforma se hizo desde la discordia y despreciando una parte sustancial de las Cortes Generales, lo cual implicó la mácula de politización que arrastra hacia el descrédito y el recelo. Reiniciar hoy por puro oportunismo la vuelta a aquellas andadas sería lo peor que se puede hacer, y la compleja aritmética parlamentaria -por no decir la actitud parlamentaria de enconamiento y de enfrentamiento- no augura ese trabajo templado y en búsqueda del mayor acuerdo posible”, dijo.

“Tenemos la obligación de salvaguardar la garantía institucional recogida por la Constitución  para fortalecer la autonomía y eficacia del ministerio fiscal, y para ello es básico hacerlo con vocación de unidad y pretensión de buscar los mayores y más amplios acuerdos”, añadió Oblanca.

Además, precisó Oblanca que “resulta imprescindible dar participación a la Fiscalía General del Estado y asimismo -además de otros ámbitos del Poder Judicial, del Consejo Fiscal y del mundo jurídico-, a las asociaciones de fiscales. Sus portavoces ya anticiparon interesantes puntos de vista y consideraciones ante la Comisión de Justicia, diagnosticaron problemas y también apuntaron posibles remedios”.

Intervención de Isidro Martínez Oblanca en el Pleno del Congreso :

Muchas gracias, señora presidenta:

A principios del mes de junio de 2017 se produjo un singular correteo para registrar dos propuestas de toma en consideración legislativa, ambas relativas al Estatuto orgánico del Ministerio Fiscal. Tomó la delantera por cuestión de horas el Grupo parlamentario de Unidos Podemos, si bien hoy -por aquello de los cupos- debatimos la propuesta de Ciudadanos que, a su vez, se anticipa al acuerdo pre-investidura con el Partido Popular.

Sin duda, estamos ante una reforma que se precisa acometer pero por la materia de que trata -nada menos que sobre la Justicia- es muy delicada y se viene dilatando en el tiempo, aunque no por indolencia o capricho. En su artículo 124, la Constitución Española hace referencia al Ministerio Fiscal otorgándole una garantía institucional que fue la base para que en 1981 viera la luz la ley ordinaria para dotar de Estatuto a ese órgano y dotarlo de personalidad jurídica propia.

Precisamente esa garantía institucional es la que tenemos la obligación de salvaguardar para fortalecer la autonomía y eficacia del ministerio fiscal, y para ello es básico hacerlo con vocación de unidad y pretensión de buscar los mayores y más amplios acuerdos. El correteo hacia el Registro que recordé al principio ya evidencia dos fórmulas dispares para acometer una tarea crucial como es la de modificar el Estatuto del ministerio fiscal, una labor necesariamente sosegada para la que también resulta imprescindible dar participación a la Fiscalía General del Estado y asimismo, -además de otros ámbitos del Poder Judicial, del Consejo Fiscal y del mundo jurídico-, a las asociaciones de fiscales. Sus portavoces ya anticiparon interesantes puntos de vista y consideraciones ante la Comisión de Justicia, diagnosticaron problemas y también apuntaron posibles remedios.

Señorías, hace casi once años, la última reforma de la Ley reguladora del estatuto orgánico del ministerio fiscal se hizo desde la discordia y despreciando una parte sustancial de las Cortes Generales lo cual implicó no pocos aspectos negativos, algunos ciertamente indeseables y nocivos como es la mácula de politización que arrastra hacia el descrédito y el recelo. Reiniciar hoy por puro oportunismo la vuelta a aquellas andadas sería lo peor que se puede hacer, y la compleja aritmética parlamentaria -por no decir la actitud parlamentaria de enconamiento y de enfrentamiento- no augura ese trabajo templado y en búsqueda del mayor acuerdo posible.

Siendo necesario, como dije antes, oxigenar el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, esta tramitación que nos proponen tiene visos de acabar como el rosario de la aurora.

Muchas gracias.