Recuerda que las actuaciones previstas en el aeródromo “no conllevan destrucción del asfalto, no tienen repercusión en la operatividad y no restarán competitividad”, siendo obligatorias por "requisitos normativos"

Mario Arias, senador por Asturias del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Alta, ha afirmado hoy en la Comisión de Fomento, durante el debate de una moción en la que se pedía la paralización de las obras de ajuste de la pista de vuelo del aeropuerto de Asturias, que esta petición no es más que una “cortina de humo” para tapar la “incapacidad y el fracaso de los Gobiernos autonómicos de satisfacer las aspiraciones o necesidades de los ciudadanos, empresarios o profesionales, pretendiendo derivar la responsabilidad de ello hacia el Gobierno de España”. La moción, tras su debate, ha sido rechazada.

El senador popular ha querido dejar claro que las actuaciones en el aeropuerto de Asturias “no conllevan ninguna destrucción del asfalto de la pista, sino que consiste, básicamente, en desplazar los aparatos de navegación ubicados en esa cabecera de la pista, y modificar su señalización, pintura y balizamiento”.

Del mismo modo, Arias ha detallado que, esto viene a dar cumplimiento a lo establecido en el Real Decreto 862/2009 de 14 de mayo de 2009, por el que se aprueban las normas técnicas de diseño y operación de aeródromos de uso público y se regula la certificación de los aeropuertos de competencia del Estado. “Todos los aeropuertos de la red de Aena, incluido también el aeropuerto de Asturias, tienen que certificarse ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) en materia de seguridad operacional”, ha apostillado.

Mario Arias ha puesto también sobre la mesa que estas actuaciones “no tienen repercusión alguna en la operatividad y tampoco se restará competitividad” al aeropuerto.

Beneficios

A lo largo de su intervención, el parlamentario popular ha asegurado que, en definitiva, habrá beneficios para el aeropuerto de Asturias como el cumplimiento de requisitos normativos necesarios para la certificación del aeropuerto, garantizando la continuidad de su actividad; o la mejora de las condiciones de seguridad de las operaciones, al reducir la presencia de obstáculos en las proximidades del aeropuerto.

Por último, ha señalado que también habrá una  mayor regularidad del terreno previo a los aterrizajes por la cabecera 29 (se elimina la oscilación ahora existente en la lectura del radioaltímetro en la primera fila de postes, a 300 metros de la cabecera), lo que facilita la utilización el ILS, mejorando con ello la operación del aeropuerto en condiciones de baja visibilidad.