-   El Principado invertirá 800.000 euros anuales durante cuatro años en la adquisición de estos equipos, que mejorarán el control de la patología en una población estimada de 590 pacientes infantiles

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha comenzado a entregar los nuevos dispositivos de monitorización de los niveles de glucosa en sangre a un centenar de pacientes, de 4 a 13 años, con diabetes tipo 1.

Sanidad extenderá su uso, en los próximos meses, a adolescentes, así como a otros colectivos considerados objetivos prioritarios, como las mujeres embarazadas y las personas con hipoglucemias inadvertidas o incapacitantes.

El plan permitirá mejorar el control de esta patología en una población infantil estimada de 590 diabéticos tipo 1, que actualmente precisan una media de seis pinchazos diarios. La principal ventaja de estos equipos frente a los anteriores es que ayudan a conocer los niveles de glucosa en cada momento del día, sin necesidad de tomar muestras de sangre, de manera que se evitan las punciones.

El Principado cumple con la entrega de estos aparatos su compromiso de implantar la primera fase del programa piloto de monitorización e invertirá 800.000 euros anuales durante cuatro años en la compra de dispositivos, cuyo coste individual se sitúa en 45,45 euros, más IVA.

El nuevo sistema de control consta de un sensor que se adhiere a la piel y que mide automáticamente y almacena de forma continua las lecturas de glucosa durante las 24 horas del día. Además, cuenta con un lector que escanea los niveles y evita los múltiples pinchazos que deben realizarse los pacientes para conocer el valor de glucemia.

El sensor se aplica en la parte posterior del brazo y proporciona, a demanda, los datos oportunos para la autogestión de la diabetes. Tiene un tamaño de 5 milímetros de altura y otros 35 de diámetro, y un peso de 5 gramos, lo que permite desarrollar las actividades diarias sin ninguna molestia. Además, el sistema sustituye un procedimiento invasivo como el pinchazo para la obtención de la sangre y su posterior análisis mediante una tira reactiva y el glucómetro.

Todo ello se complementa con un software de gestión de los datos, accesible tanto para el paciente como para el personal sanitario responsable de su seguimiento, y favorece la toma de decisiones clínicas basadas en la información que proporciona. Por tanto, el aparato aumenta la calidad de vida de los pacientes, que podrán conocer su estado de forma más sencilla e indolora y reducir los periodos de hipoglucemia en un 50%.

El reparto de los dispositivos se realiza en las consultas especializadas, a través de los equipos de enfermería, y se han programados diversos talleres para enseñar su uso y el modo de obtener el mejor rendimiento posible.