ANECDOTAS POPULARES DE COLUNGA.

Asunto de cuernos...

A ver, una que se me vino ahora a la memoria que seguro que sabéis todos porque fue muy conocida.

El personaje más popular no puede ser, pues trátase ni más ni menos que de Enrique Collado el del Esllabayu, o sea el nuestro Vique el del violín, sí, sí, el mismu…

Pues en esta ocasión resulta que sorprendió Enrique haciendo “una guarrerida española”, parafraseando a Chiquito de la Calzada, en un lugar bien apartado de la parroquia de Libardón a una pareja, ambos naturales del lugar y casados…

El caso es que ya vistos en el compromiso y viendo venir el follón que se avecinaba, pues por más que se le insinuó al amigo con buenas razones para que no abriera la boca (el escándalo que se iba a liar, la enemistad para dos familias de la misma parroquia y demás funestas consecuencias…) como éste parecía no estar por la labor de cerrar el buzón, atacó el galán – hombre de recursos por cierto – tanto monetarios como de hombre de mundo, despierto y avispado al violonchelista por donde más le dolía, y sabiendo como todo el mundo de sobra sabía. la afición de Vique por las pesetas, ofrecióle un billete verde (1000 pesetas) para aquellos que ya sólo conocen el Euro, vamos… el acabose, una fortuna para la época y máxime para Enrique que probablemente jamás habría visto tanto dinero junto, y que unido a su más que sabida afición a las pesetas era una oferta irrechazable.

Quedóse un rato pensando, se supone que sopesando los pros y los contras el muy ladino, y desafiando temerariamente todas las leyes de la lógica, respondió así al sorprendido Romeo:

“Non, hom… Quiero munchu más contalo.”

De sobra sabía que el caballero era de armas tomar y que de aceptar el billete verde e incumplir luego la promesa, las consecuencias iban a ser más que funestas, y no viéndose capaz de resistir la tentación – que bien se conocía a sí mismo – con infinito dolor de su corazón, viose en la obligación de rechazar tan generosa oferta.

Conociendo al personaje no es muy difícil imaginar que en una temporada no tendría el sueño demasiado profundo dándole vueltas con todo el dolor de su corazón al preciado billete verde esfumado. 

¡Pero…!