UGT exige un mayor compromiso por parte las empresas y la administración ante el aumento continuado en el número de accidentes laborales en asturias.

La siniestralidad laboral aumenta de nuevo en Asturias durante 2015 al producirse un 2,56% más accidentes que en el periodo enero-julio del año pasado, algo que para la Unión General de Trabajadores resulta inadmisible ya que la cifra de accidentes laborales hasta el 31 de julio de 2015 ronda ya los 7.000. De ellos, 40 han sido accidentes graves y 8 mortales, sin embargo, el número de fallecidos a causa de accidente laboral es más elevado ya que sólo computan como accidentes mortales aquellos en los que la muerte del trabajador se produce unas determinadas horas después del mismo.

Este incremento de la siniestralidad golpea con más dureza a las mujeres ya que el número de accidentes entre las trabajadoras aumenta en un 6,5%.

Especialmente preocupante es el caso del sector servicios donde el número total de accidentes graves y mortales en jornada de trabajo aumenta en un escandaloso 82% mientras que el total de accidentes en el sector lo hace en un 4%. Los otros dos sectores económicos en los que se incrementa la siniestralidad son el sector primario y la construcción. En este último lo hace nada menos que en un 10% algo realmente grave si lo comparamos con la escasísima recuperación de empleo en el sector.

En cuanto a la industria la situación tampoco mejora ya que a pesar de que el número de accidentes disminuye levemente por debajo del 1,4% el número de fallecidos en el sector aumenta respecto al año pasado.

Respecto a los accidentes “in itínere”, estos aumentan un 9,5% y las cifras se ceban nuevamente con las mujeres ya que el 62% de estos accidentes son sufridos por trabajadoras y el incremento respecto a enero-julio del año pasado supera el 12%

A la vista de estos datos UGT exige un mayor compromiso por parte tanto de las empresas como de la administración con la prevención de riesgos laborales ya que estas cifras de siniestralidad resultan inadmisibles en una sociedad que se considera avanzada. La crisis no puede ser excusa para que se sigan produciendo recortes en la seguridad y salud de los trabajadores y resulta imprescindible que los agentes implicados y la sociedad en general tomen conciencia real de la importancia de la prevención y comiencen a pensar en la misma como una inversión y no como un gasto puesto que los costes no sólo humanos sino también económicos de la falta de seguridad en el trabajo son demasiado elevados para todos.