Han comenzado las restricciones de acceso al puerto de Lastres con motivo de las obras de refuerzo del dique, una intervención impulsada por el Principado de Asturias que contempla el traslado de grandes bloques de hormigón a través del núcleo urbano.
La actuación, que pretende mejorar la protección del puerto frente a los temporales, no cuenta con el respaldo de gran parte del vecindario, que desde el anuncio del proyecto ha mostrado su rechazo tanto a la obra como a la forma en que se está ejecutando.
Las limitaciones afectan al tráfico rodado y peatonal en el entorno portuario, y se espera que se mantengan durante varios meses, especialmente en las franjas horarias en las que se realizan los traslados y maniobras de descarga de materiales.
Desde el inicio del acopio de bloques en Nava, se han multiplicado las críticas por la falta de información y por el impacto que puede tener este tipo de transporte en las calles del pueblo. Los vecinos se muestran convencidos de que esta actuación traerá consecuencias negativas a la localidad.
Aunque las administraciones implicadas aseguran que se tomarán medidas para minimizar las afecciones, en Lastres persiste la preocupación por posibles daños en viviendas y viales, así como por los efectos que la obra pueda tener sobre la temporada turística y la movilidad en la zona.
El Ayuntamiento de Colunga colabora con el Principado en la coordinación del dispositivo, pero el debate sigue abierto en la localidad, donde muchos consideran que el refuerzo del dique debería haberse planificado de otra forma y con mayor diálogo con la población.
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