Toma el to mocosín

Toma el to mocosín

Una vecina de La Canga, concejo de Colunga, mientras iba a trabajar al campo, dejaba a un hijo suyo acostado en el trubiecu [cuna que, generalmente, puede mecerse].

Un día, cuando regresó del campo, encontró en el sitio de su hijo un niño muy pelosu. Y la mujer dijo para sí:

—Alguna xana llevó el nenu mío y dejó el suyu porque ella non trae llechi y quier que yo-y dé de mamar; pero aunque llore de fame tres meses seguidos la teta mía non la chupa. ¡Non, madiós!

Al poco tiempo, el niño empezó a llorar fuertemente. Y cuando la xana le oyó, dijo a la mujer:

—Amamanta y ania [aña, acuna] a ese nenu, bien se conoz que tuyu non-e. Y viendo que la mujer no le hacía caso, acercóse a ella diciendo:

Toma el tu mocosín y dame el mió pelosín.