Cristina Coto: “El Plan del lobo en plena precampaña es un mero señuelo, pero tan malo para la conservación de la especie como para los ganaderos que lo padecen”

“Se trata de otro panfleto electoralista y oportunista de un Gobierno agotado que no ha cumplido sus promesas y además no ha hecho los deberes en tiempo y forma”

“La verdadera especie en extinción es la ganadería asturiana, la gran postergada por Javier Fernández en este plan que sólo lo es para el lobo”

La presidenta de FORO, Cristina Coto, ha visitado hoy la Feria Ganadera de Ramos de Cangas de Narcea, acompañada de los diputados Juan Ramon Campo y Albano Longo.

 

La presidenta de FORO se ha referido al Nuevo Plan de Gestión del Lobo recientemente aprobado por el Gobierno del Principado que, a su juicio “es tan malo para la conservación de la especie como para los ganaderos que lo padecen”.

 

“Este Plan no es ni nuevo, ni es plan alguno, puesto que solo es una mala copia del anterior, que ha salido a luz como señuelo electoral por un Gobierno agotado, que no ha sido capaz de elaborarlo durante toda la legislatura pese a haberlo anunciado como inminente en múltiples ocasiones”, explicó.

 

Coto afirmó que “mal se puede conservar una especie a costa de los ganaderos que son quienes financian con sus reses esta pretendida conservación, lo que genera un malestar, y un rechazo absoluto y frontal que en nada beneficia ni a la especie ni a su conservación”.

 

Para la presidenta “el documento contiene una memoria económica ridícula que remite en la mayor parte de ocasiones a los presupuestos regionales para su dotación, pero la prueba inexcusable de su absoluta falsedad es que el mismo Gobierno que aprueba el Plan del Lobo no tuvo en cuenta en los presupuestos las partidas económicas para ejecutar alguna de las medidas previstas en el mismo, circunstancia que lo convierte en papel mojado”.

 

“Otro ejemplo de lo negativo que resulta el plan es la planificación territorial, que resulta ridícula, no sólo por no existir una planimetría adecuada que permita conocer cada área de gestión de la especie de forma unívoca, sino también por el hecho curioso de que en occidente se considere normal la presencia del cánido a nivel del mar, dónde nunca se encontró, mientras en otras zonas más urbanizadas se prevén como zonas no idóneas para la presencia de la especie, incluso en la montaña central asturiana”.

 

“Estamos ante otro panfleto electoralista de un Gobierno que no ha cumplido sus promesas, ni ha hecho los deberes en tiempo y forma, puesto que la elaboración de un reglamento de daños es una vieja promesa, que incluso ya estaba consensuado, pero que duerme el sueño de los justos en los cajones a los que los socialistas son tan aficionados, y ello a pesar de haber sido reivindicado en muchas ocasiones desde diferentes sectores”, subrayó.

 

“Hay que recordar las promesas de Javier Fernández y de la propia Consejera de Agroganadería y Recursos autóctonos durante la pasada campaña electoral de abonar los daños del lobo en quince días a los afectados, algo absolutamente incumplido e imposible a la vista de que, una vez más, han consignado tan solo 850.000 euros en la partida de daños ocasionados por la fauna salvaje desde la que se resarcen este tipo de daños, y que, a pesar de ser ampliable la partida, teniendo en cuenta que los costes superan los dos millones de euros y que la tramitación administrativa para ampliarla requiere de unos plazos, impide tajantemente cumplir con los pagos en un periodo razonable de tiempo, provocando los grandes retrasos que se producen en la actualidad”, señaló.

 

“Los socialistas –continuó Coto- intentan engañar de nuevo a los afectados para tratar de pescar algún voto, ante el desgaste sufrido por la nefasta gestión del Gobierno de Javier Fernández que ha defenestrado al sector constantemente, con los acotamientos al pastoreo, las quemas controladas, la PAC, las cuotas lácteas, o la gestión del lobo”.

 

“En todo caso, -afirmo Coto- la verdadera especie en extinción es la ganadería asturiana, la gran postergada por Javier Fernández en este plan que sólo lo es para el lobo, puesto que únicamente intenta beneficiar al lobo mientras que los ganaderos continuarán siendo las víctimas, sin derechos de la nefasta gestión realizada sobre la especie, obligados a un estado permanente de alerta y sitio para exigir al Gobierno que defienda sus intereses. Hay que tener en cuenta que la población del medio rural ha de ser la principal especie a proteger para garantizar la protección de todas las demás, pues en caso contrario, existe el grave peligro de que todo se vuelva en contra”.